D?a 6: Ferradura, el lugar de los deportes acu?ticos
Todos los problemas econ?micos y de salud solucionados, y aun ten?amos la mitad del viaje por delante as? que hab?a que aprovecharlo al m?ximo.
Nos fuimos caminando al otro lado de la pen?nsula, gui?ndonos con el mapa que nos hab?a entregado el taxista Carlos, la primera noche en Buzios.
Nuestro destino era la Praia da Ferradura, una de las principales de Buzios.
Tuvimos una larga caminata que nos sirvi? para conocer mejor la pen?nsula. Pero si pueden contratar un buggie como les dec?a en cap?tulos anteriores, no lo duden, h?ganlo, vale la pena.
Llegamos a nuestro destino, y tengo que decirles que fue la playa que m?s me gust?. Aunque Buzios tiene no menos de 12 playas, y solo recorrimos unas pocas.
Una playa fabulosa, llena de bares y lugares para comer, sillas para alquilar, motos de agua, masajes, etc. El ?nico detalle es que el agua estaba un poco fr?a, que no s? si es por la ?poca del a?o, pero en todas las playas de Buzios nos pas? lo mismo. Recuerdo que le preguntamos a una pareja del lugar si el agua era fr?a todo el a?o, y nos dijeron que si, lo que me pareci? raro ya que Buzios es conocido como uno de los destinos de playa por excelencia.
Pero sacando ese detalle de la temperatura del agua, la pasamos de 10!
Tambi?n fue el lugar donde prob? en el agua por primera vez, mi nueva y flamante c?mara GoPro!
Cuando ca?a el atardecer decidimos regresar al apartamento, pero por otro camino para seguir conociendo la pen?nsula de Buzios.
Digamos que hab?amos llegado por el norte de la Praia da Ferradura, y ahora regres?bamos por el este.
Durante nuestro regreso, no muy lejos da Ferradura, vimos un camino de balastro que iba hacia el mar, con una bajada de unos cuantos metros y varias formaciones rocosas. Me llam? mucho la atenci?n y pr?cticamente arrastre a Ailin para ver que hab?a abajo.
Resulta que hab?amos llegado a la Ponta da Lagoinha, uno de los lugares que mas me impresion? en Buzios. Y no es que sea una maravilla ni nada por el estilo. Pero ver la impresionante fuerza con la que el mar reventaba contra las piedras era fabuloso. Adem?s que yo estaba subido en esas piedras y cada ola que reventaba nos empapaba.
Pas? un rato largo mirando esa furia del oc?ano, y viendo como el mar se met?a entre las piedras. Si llegaba a resbalar y caer, no estaba aqu? para contarles la historia. Hay que ir con mucho cuidado.
Si estuviese solo me hubiese quedado horas en ese lugar simplemente viendo el oc?ano y los paisajes que nos regalaba la pen?nsula de Buzios, pero Ailin estaba un poco cansada por el d?a, as? que decidimos regresar, antes que nos agarrara la noche.
Pero la noche nos agarr?. Nos perdimos en el camino de regreso. Llegamos a un lugar sin salida despu?s de haber caminado bastante y tuvimos que dar la vuelta. El lugar estaba bastante feo, no s? bien donde nos metimos, pero hab?a un lago, y la calle que nos llev? hasta ah? estaba como abandonada. S?, daba un poco de miedo nosotros dos solos en ese lugar y de noche, sin luces, ni linterna, y sin saber para d?nde ir.
Caminamos bastante, nos metimos por otras calles ya con oscuridad total, hasta que finalmente salimos en una de las avenidas y logramos regresar al apartamento.
Les cuento esto, para que vean la seguridad en Buzios. No s? si en todo el a?o es as?, o si simplemente tuvimos suerte. Pero el taxista Carlos ya nos hab?a dicho que Buzios era muy seguro, y en ning?n momento tuvimos problemas, y eso que adem?s de este lugar en el que nos metimos que estaba completamente desolado, tambi?n anduvimos por otros tantos, y de noche.
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